El proceso de modificación térmica mejora propiedades, como la estabilidad dimensional o la durabilidad de la madera, en toda la pieza. La madera se trata únicamente con vapor y calor, no se utilizan productos químicos en ninguna etapa del proceso.
La temperatura de la cámara de modificación térmica sube lentamente hasta 212 °C. El proceso completo puede durar hasta 110 horas. El agua es necesaria por dos razones: la primera es que el agua evita que la madera se queme durante el proceso de tratamiento térmico, pues la temperatura alcanzada en la cámara es muy elevada. Además, el agua es necesaria para garantizar la alta calidad del producto final. Al final del proceso, se añade humedad a la cámara para evitar el agrietamiento y asegurar una vida más larga del producto final. Una vez finalizado todo el proceso, el porcentaje de humedad de la madera suele ser del 4 al 7 %, lo que hace que los productos Lunawood sean muy estables y duraderos.