Últimamente la madera ésta siendo protagonista en muchos proyectos en todas partes del mundo. En España también se ve más madera como elemento estructural pero también decorativo y su uso esta cada vez más amplia también en el exterior. Todavía existen muchas dudas y también bastante desconocimiento en cuanto a la durabilidad, mantenimiento y tratamientos para la madera en el exterior en el clima Mediterraneo.
En este articulo queremos clarificar algunas dudas al respecto. Vamos a concentrarnos en dos temas principales, que suelen interesarse mucho por los arquitectos y prescriptores. En esta primera parte hablaremos del envejecimiento y deterioro natural de la madera tratada térmicamente provocado por factores bióticos. El segundo tema versará sobre el envejecimiento causado por factores abióticos.
Foto: CA L’AMO por Marià Castelló Martínez
Envejecimiento y deterioro natural de la madera termotratada
La madera termotratada (aqui Thermowood®) esta muy bien aceptada por sus buenas propiedades y también por su belleza y color “tostado” que es el resultado de la modificación térmica. Es natural que muchos usuarios y arquitectos igualmente les gustaría mantener este color bonito para siempre, pero por mucho que nos gustaría, la naturaleza tiene otros planes. Igual que a las personas, también a la madera, el tiempo deja su “huella” y cambia la apariencia de la madera en paso del tiempo. Para entender porque la madera termotratada (como las demás maderas) pierde su color y envejece con el tiempo, aunque mantiene bien su forma y resiste a muchos “bichos”, es preciso explicar bien los diferentes conceptos que tienen que ver con el deterioro ambiental y el envejecimiento de la madera. Hay factores bióticos y abióticos que causan cambios en la madera.
Factores bióticos
Por un lado tenemos diferentes factores bióticos que causan deterioro en la madera. Cuando hablamos de durabilidad natural de la madera, esta se define (según la norma EN350) como la resistencia intrínseca, es decir sin haber recibido ningún tratamiento superficial, de la madera para resistir frente a agentes degradadores como hongos, insectos y xilófagos.
En el caso de los hongos, debemos distinguir entre dos grupos principales:
1) los mohos y hongos cromógenos
2) los hongos de pudrición.
En ambos casos, el factor más importante es el contenido de la humedad de la madera. Los hongos necesitan como mínimo un contenido de humedad de 18-20 grados para desarrollarse y cuando la madera tiene un contenido de humedad entre 35-50 grados, los hongos prosperan todavía más rápido.
En el caso de la madera termotratada, su contenido de humedad no supera a los 14 grados aunque la madera este en el exterior y por ello su durabilidad frente a hongos de pudrición es muy buena (pertenece a clase 2), y por ello se puede usarla en la clase de uso 3.1 y 3.2. Su uso no esta recomendado para la clase de uso 4, en contacto directo con el suelo. Debido a las bacterias en el aire o impurezas en la lluvia, moho y hongos cromógenos puede ocurrir en la superficie de la madera, especialmente en los sitios con elevada humedad ambiental (como puede ser en Galicia por ejemplo). Estos hongos no alteran la pared celular, por lo que no afectan a las propiedades mecánicas. Su efecto es el cambio de coloración de la madera, a veces en forma de pequeños puntos negros y otras veces manchas grandes de tonos azules, marrones o negras. En las zonas de elevada humedad ambiental se pueden usar tratamientos superficiales “anti-hongos” para evitar que se formen estos puntos negros.
Film House Pasaka, Lituania, por Audrius Ambrasas Architects. 2019, Foto 2020. Los factores bióticos afectan a la superficie de la madera.
Thermowood® ofrece una buena resistencia a muchos xilófagos. Por ejemplo, Thermowood es resistente a carcoma grande, de la familia de los cerambícidos o escarabajos longicornios (Cerambycidae). Estos xilófagos se encuentran en la albura de las maderas blandas, como pino, y ponen huevos en la madera debido al terpeno que emite. La cantidad de terpenos emitida por Thermowood® se reduce drásticamente en comparación con la madera no modificada y por ello los cerambícios prefieren otras maderas. Según los ensayos, Thermowood también resiste a otros dos grupos de xilófagos comunes, la carcoma pequeña (Anobium punctatum) y la carcoma del roble (Lyctus Bruneus). Los estudios realizados hasta la fecha no prueban que ThermoWood® sea resistente a las termitas. Todavía se necesitan más datos de investigación sobre el comportamiento de las termitas.
La autora es Julia Ahvenainen, que cuenta con una larga experiencia en la investigación de la estructura de la madera y la industria maderera. Trabaja como Project Business Manager en Lunawood y presta sus servicios a arquitectos y diseñadores en España.